Hola,
Pues como leéis en el titulo en el blog de hoy os hablaré de mi experiencia durmiendo en el coche, haciendo campera.
En primer lugar deciros que nosotros tenemos un Audi Q7, y lo que hacemos es bajar todos los asientos traseros y hemos comprado una espuma que dividimos en 3, l’altura de estas creo que ronda los 10-15 cm, de ancho hace 1,15 cm y de largo 1,83 (las medidas son aproximadas, ahora no las recuerdo exactas 😉).
La primera sensación que teníamos era miedo, si es verdad que mucha gente lo hace en grupos, para no estar un coche solo. Nosotros fuimos solos (con nuestras dos perritas). Una vez superado el miedo, decidimos nuestro primer destino, el Montseny (en Cataluña), en Julio.
El Primer día
Llegamos al mediodía al parking del Turó de l’Home, y preparamos el coche con el “colchón” para la noche; comimos (hicimos la comida con el camping gas) y hicimos la excursión hasta el Turó de l’home, una caminata muy fácil.
Por la tarde-noche emezo a llover, así que nos refugiamos en el coche y viendo llover (por el techo solar) nos relajamos y descansamos. Hicimos la cena refugiándonos como podíamos de la lluvia, y llegó la hora de dormir la temperatura era muy agradable, más bien hace fresco. Siempre dejamos alguna ventana un poco abierta.
A media noche, mi pareja me despertó porque le dolía mucho la espalda (dos días antes se había quemado con el sol). Así que buscamos una farmacia de guardia para ir a comprar aftersun. En ese momento ya no llovía tanto, por suerte.
Con la crema ya puesta teníamos que volver a nuestro “campamento base”, pero subir hasta el Turó de l’home nos dio mucha pereza, así que fuimos a una explanada pequeñita, que se encuentra en el margen de la carretera, que ya conocíamos de cuando vamos hacer excursiones.
Al no estar tan altos no hacia tanto fresco, aunque se podía estar bien, y nos abrimos un poco el techo solar para que entrara un poco de aire. Tuvimos suerte de que no llovió.
Yo dormí muy bien, quizá porque estaba cansada, y porque tampoco soy muy quisquillosa con eso de dormir en un sitio que no sea mi cama.
El segundo día
Desayunamos cereales, las comidas como más simples mejor, y me acorde que nos habíamos dejado la bolsa con la basura en el parking del Turó de l’Home, la habíamos dejado fuera el coche por si hacia olor. Así que no teníamos más remedio que volver a recogerla, HAY QUE CUIDAR EL MEDIO AMBIENTE.
Antes de irnos, ordenamos el caos de la cama y volvimos a “montar” el coche. Mi pareja había pasado una mala noche con la espalda, así que decidimos acortar nuestra escapada a una noche.
Una vez en el Turó de l’Home, decidimos hacer una excursión por las cimas que había más cercanas, así que una vez en una de las cimas seguimos en linea recta hasta hacer dos o tres (no se si era todo cimas reales o pequeños montículos).
Una experiencia corta pero divertida, yo tengo ganas de volver hacer otra camper. Y es posible que en breve hagamos una. Ya os contaré.
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